¿Imaginan un superhéroe con buzo de Mickey, bermudas floreadas y medias blancas tres cuartos? Sería un lindo desafío. Pero está claro que además de ser hay que parecer, y un buen vestuario es tan importante como músculos de acero. Tiene sentido: Si alguien merece el rótulo de Superhéroe pues que se esmere en su aspecto. Además lo necesitará. Para qué reducir villanos si después no viene la prensa, no salís en las tapas de los diarios, no te mitifica el comic y no te recicla el cine. El espectáculo es parte esencial del superhéroe. Un héroe anónimo no es superhéroe, es médico rural.
Si hacia falta legitimar la apología de la fachada, el Metropolitan Museum de Nueva York montó hace un par de años la exposición Super Heroes, Fashion and Fantasy. Diseñadores de moda inspirándose en Superhombres para crear sus nuevos atuendos. La vida como debe ser vivida: estar en Manhattan, invencibles y a la moda.
Para ingresar a la exposición hay que cruzar la salón de las esculturas griegas y romanas. Es la mejor introducción, por que ahí se ve cómo surge el héroe y quiénes crearon esa carga de perfección del personaje. Los héroes de esta sala también volaron, vencieron monstruos horribles, forjaron la idea de justicia y sus leyes, tuvieron dudas y pasiones, eran modelos metrosexuales. Todos ellos al cumplir su misión eran llevados al altar del Olimpo para ser imitados y venerados. Según la crítica de arte mexicana Avelina Lésper, “La cristiandad exterminó a estos héroes y dioses y la justicia se volvió algo que ya no es de este reino. Santos y dioses sin sexo, sin pasiones, sin dudas, inhumanos y crueles llegaron a los altares. Para sobrevivir a esta inanición la literatura creó de nuevo a los héroes y los llamo Súper Héroes. La exposición trata de dar cuenta de la influencia del vestuario de los Súper Héroes en la moda y cómo responde a la necesidad que tenemos de convertirnos en el héroe que nos fue robado”
La revista Times elaboró su lista de los 20 mejores superhéroes llevados al cine. Para armar el ranking siguieron estos criterios arbitrarios: la longevidad del personaje en comics y en films, su desempeño en la taquilla y, por supuesto, su vestuario. En una polémica decisión, ponen en la cima a El Hombre Araña. Un héroe que surge de un insecto, y ser un insecto es lo más bajo que se puede ser. Pero Spiderman lleva la aracnidad en su estructura molecular, y entonces puede ser un héroe. Es cierto que Sam Reimi –que ya había aprendido de manos de Tim Burton que la fuerza cinematográfica de un superhéroe radica en sus contradicciones- hizo un buen trabajo con un Tobey Maguire que sorprendió a más de uno cuando se calzó el neoprén azul. En la muestra del Met, se exhibe el traje de la versión cinematográfica, junto a los vestidos de Jean Paul Gaultier de Haute Couture, John Galiano y Giorgio Armani. “Transparentes y delicados cómo las telarañas, revelando sin necesidad de visión de rayos X el cuerpo desnudo que envuelven, hechos para que trepemos y nos devoremos a la primer mosca que caiga”, los describe Lésper.
Pero más allá de cualquier ranking, el héroe de los superhéroes es Superman. No tiene nombre, es pura esencia, no es súper-nada, su escudo es lo que fueran los antiguos escudos de armas, sólido. “S”. Es suficiente. Además, Superman es el primer héroe inseparable de su vestuario. Se abre la camisa, se pone su capa y está listo para vencer el mal. La personalidad cotidiana de Clark Kent es el verdadero disfraz: un hombre medio sonso, e inseguro con las mujeres; así es cómo nos ve a los humanos el alienígena de Criptón. “El Met muestra camisetas con el logo “S” debajo de trajes grises de Moschino. Vestidos cortos con flecos que cuelgan del logo “S”, zapatos de plataforma y capas que en la bastilla nos preguntan “Is this the future?” del diseñador Bernhard Willhelm”. Vestuarios que hacen más interesante enfrentar el microcentro a las 3 de la tarde.

Desde que el Batman abandonado por Tim Burton fue reiniciado por Christophen Nolan, se convirtió en el superhéroe favorito de cualquier cinéfilo que se precie. Caso opuesto al hombre de acero, Batman es un héroe de armadura. No tiene poderes especiales, su carne es la de cualquier mortal, toda su fuerza y su valor radica en su traje. Es el Caballero de la modernidad. El traje es un avanzado trabajo tecnológico en el que están resueltas todas las necesidades para acabar con sus enemigos. “Batman fue creado en 1939 y esta inspirado en los dibujos de Leonardo da Vinci de las máquinas voladoras. Es el más oscuro de todos los superhéroes: El asunto de Batman es la venganza y aunque tenga motivos justicieros siempre es insaciable, la línea que lo separa de ser un serial killer es finísima. Es Drácula del lado de la ley, tiene sed de sangre y vive para ver como mueren sus víctimas. En la exposición están todos los trajes de Batman de las diferentes versiones cinematográficas.”
Si vamos a seguir hablando de ropa, hablemos de mujeres. La Mujer Maravilla ocupó un espacio importante en las fantasías de nuestra adolescencia. No había demasiados casos públicamente aceptados de minas con esas piernas, hotpans y látigos. Hace pocos días, la editorial DC Comics anunció que le cambiará el look desde la edición 600 de la historieta. Calzas negras largas para que la amazona ingrese al siglo XXI. "Ella ha estado atrapada prácticamente en el mismo look desde su debut en 1941", opinó Straczynski, su nuevo escritor. "¿Qué mujer usa un mismo vestido por más de 60 años?". Dicen por los blogs que está por pasar al cine (¡no se entiende cómo es que ya estuvo la intrascendente Batichica y no ella!) y la encarnaría Megan Fox. “Es claro que esta heroína no representa los valores bíblicos de amor y virginidad. Tiene una cuerda dorada con la que amarra a sus enemigos y a sus amantes y los somete a sus caprichos. En el Met, John Galiano para Christian Dior Haute Couture, se inspira en Wonder Woman y convierte a las mujeres en valkirias nocturnas con un corsé bordado con estrellas doradas y plateadas en los senos, medias de red con la costura roja al frente y bikini amarillo con un listón en el pubis”. Sin duda, si una mujer se sujeta eso al cuerpo está dispuesta a que le brinden sacrificios.