martes, 7 de septiembre de 2010

Y mañana serán héroes




¿Qué tienen en común Pedro Almodovar, Paulo Branco, Meryl Streep, Darius Khondji, Cary Grant, Thelma Schoonmaker y Pablo Trapero? Primera respuesta (obvia): son nombres que se vinculan, de un modo u otro, con el cine. Segunda respuesta: todos ellos alguna vez fueron desconocidos; en algún tiempo y lugar sólo fueron “alguien” para su familia o sus amigos. Sin embargo llegó el día en que otra gente, más allá de su círculo de confianza, comenzó a hablar de ellos. En el año 2003 HC realizó su primer informe sobre las “25 Nuevas Caras del Cine Argentino” en el que, desde la tapa, Marina Glezer ya exhibía esa mirada desafiante que la caracterizaría siempre. En las páginas interiores, algunos óperaprimistas que prometían -varios esperando estrenar su primer largo, otros incluso realizarlo-: Juan Taratuto, Ezequiel Acuña, Diego Lerman, Alejandro Chomski, Ana Katz, Damián Szifrón, Julia Solomonoff, Mariano Llinás. También había un geniecillo del arte de la fotografía y mundos afines, un tal Cobi Migliora o una incipiente productora que estaba ayudando a Julia Solomonoff a desarrollar su primer largo, una tal Vanessa Ragone. ¿Ah, este año ganó un Oscar?. Hubo dos ediciones más de las 25 Nuevas Caras. La última, tenía en la tapa a una niña desgarbada y de gigantes ojos celestes, que en adelante sería fotografiada como Inés Efrón. Es imposible listar aquí a los 75 mencionados en esas tres producciones. Pero, créanos, se nos infla el pecho al comprobar el alto grado de acierto en las apuestas. Pasaron cuatro años y retomamos la idea. Pero estos tiempos son distintos. Más complejos como para andar apostando. Por un lado, porque la diversidad es mucho mayor que otrora. La actividad ha explotado, todos filman, todos actúan, todos producen... ¿quién no tiene un proyecto bajo el brazo? Por otro lado, la velocidad con la que circula la información obliga a encarar la tarea con una lupa de mayor aumento, con un empeño mayor que el de los francotiradores twitteros de opinión fácil. El desafío es que la elección pueda ir más allá de la moda de la temporada y que un día estos nuevos talentos estén apadrinando con sus textos a las futuras 25 caras nuevas. Veremos cómo nos va, pero nos tenemos confianza.

II
No todo en este número son caras nuevas, por supuesto. Enrique Piñeyro con su Rati Horror Show se confirma como el Batman de cine nacional, poniendo tecnología y billetes al servicio de la lucha contra el mal. Daniel Aráoz y Rafael Spregelburd, dos estilos y escuelas de actuación distintas, dan vida a los protagonistas excluyentes de El Hombre de al lado, de otra dupla, Mariano Cohn y Gastón Duprat. Adrián Biniez es un argentino que finalmente estrena Gigante, film uruguayo que hizo casi sin saber filmar pero se convirtió en uno de los más laureados de la temporada festivalera. Para terminar, un comentario sobre el informe que publicamos sobre la producción de cine en Córdoba. El mismo surgió cuando algunas productoras de la provincia nos pidieron atención sobre la importante actividad que venían teniendo. Nuestro cronista no se limitó a “dar prensa” de los films sino que investigó el novedoso sistema de fomento que posibilitó su concreción. Cuando eso sucede, surgen los detalles detrás de la gacetilla y entonces empieza a ser útil de verdad: para que perfeccionen el sistema quienes ya lo usan, y para que lo conozcan los demás. Apenas unos días atrás, cuatro festivales del interior (Tandil, Godoy Cruz, Río Negro y Tucumán) se pisaban en las fechas, demostrando la intensa actividad y oferta cultural que hoy late tierra adentro. Está doble faceta gubernamental en pos del cine (la promoción de la producción y la exhibición) reabre el viejo debate sobre una verdadera federalización. Un debate bienvenido que, en estas páginas, acaba de empezar.

Los Directores

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